Quinta etapa del viaje! Hoy hemos salido de Amarillo parando antes en varios sitios dentro de la ciudad, la mayoría de ellos restos de lo que hace un tiempo fue una carretera llena de vida.
La última parada en Amarillo ha sido en el Cadillac Ranch, una serie de Cadillacs que hace años enterró el dueño del rancho y que ahora son grafiteados por la gente que para a visitarlo.
Siguiendo hacia el Oeste hemos pasado por los pueblos de Vega, Adrian y Glenrio. En Adrian hemos parado en el midpoint de la ruta, hay un cartel que indica que tanto hacia Los Angeles como hacia Chicago hay 1139 millas. Después una pequeña parada en Glenrio, es el pueblo que divide Texas de New Mexico.
El paisaje de New Mexico es prácticamente desértico, las temperaturas no bajaban de los 42 grados.
Una de las paradas más interesantes ha sido en Tucumcari, en su día este pueblo debió ser un hervidero de gente, coches y familias que viajaban hacia la costa californiana en busca de una vida mejor. Ahora es como un cementerio arquitectónico de lo que fue antaño, lleno de moteles, gasolineras y bares abandonados.
La imagen que te llevas de New Mexico es desoladora, multitud de pueblos abandonados, aunque sorprendentemente en todos ellos ves que aún vive alguna familia, no nos explicamos el porqué...
Continuando la ruta hemos ido hacia Santa Fe, un pueblo en medio de la montaña con un tipo de arquitectuta muy distinta a todo los visto anteriormente, com sus casas de adobe y las calles cuidadas, parecía el México de Port Aventura.
Después de tomar algo por Santa Fe hemos continuado hacia Albuquerque donde estamos ahora y dormiremos.
Mañana partimos hacia Gallup y luego a Kayenta a ver el Monument Valley, una de las maravillas del mundo la cual nos morimos de ganas de ver en directo.
Bye bye!!
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